Ximena Fernández
Especialista en Nutrición, Experta en TCA (Trastornos de Conducta Alimentaria) y Obesidad

En la actualidad se calcula que alrededor del 40% de la población mundial tiene malos hábitos del sueño.

Dormir menos de lo necesario estimula el apetito, y hace que puedas comer más de la cuenta.

Diversos estudios demuestran que la falta de sueño impacta sobre las hormonas y el metabolismo, elevando niveles químicos en la sangre, que aumentan la sensación de placer que produce comer, y potencia la preferencia de ingerir alimentos con un alto contenido energético, como alimentos ricos en azúcar, grasas o sal.

La duración del sueño afecta las hormonas grelina y leptina, quienes son las encargadas de regular el hambre; cuando duermes poco, disminuyen los niveles de leptina, y a su vez se aumentan los niveles de grelina, haciendo que estés más hambriento/a.

Las personas que no logran dormir adecuadamente, se sienten cansados durante el día, lo que provoca la falta de ganas de hacer ejercicio o mantenerse activos.

No dormir lo suficiente o dormir mal, puede afectar de diversas maneras tu salud, contribuyendo a padecer obesidad y enfermedades crónicas relacionadas, por lo que cuidar de nuestro sueño es muy importante.

Si tienes problemas para dormir, lo primero que debes hacer es analizar tus rutinas del día a día. Si aun cambiando tu rutina y organizando mejor tu día, mantienes el problema, lo mejor será acudir con un profesional de la salud para poder analizar y trabajar sobre la raíz del problema.